América Rangel, diputada del PAN en la Ciudad de México, presentó una iniciativa de ley para prohibir que menores de edad se sometan a tratamientos hormonales y cirugías de cambio de sexo, además de que se encarcele a quien realice este tipo de procedimientos en menores.
Al presentar su iniciativa “Con los niños, no”, señaló que “de unos años para acá, frente a nuestras narices, los activistas de la ideología de género lograron que la sociedad viera con normalidad que menores de edad se sometieran a tratamientos hormonales y cirugías para cambiar de sexo”.
Explicó que los menores de edad no tienen la madurez intelectual necesaria para entender a cabalidad las implicaciones de muchas de las decisiones que les afectarán por el resto de sus vidas y es obligación del Estado protegerlos.
Rangel aseguró que los menores son sometidos a tratamientos hormonales que en la mayoría de los casos los hará dependientes a los fármacos por el resto de sus vidas, además que en las cirugías a los que son sometidos los menores les mutilan sus genitales o los senos.
Rangel consideró incompresible que se prohíba que un menor de edad tome una cerveza o fume un cigarro, pero sí pueda tomarse un coctel de hormonas, en su mayoría con efectos secundarios graves e irreversibles.
“Está prohibido que un menor de edad altere su cuerpo con un tatuaje, pero permitimos que ese mismo menor altere su cuerpo mutilándose el pene, es una verdadera locura”.
La iniciativa propone que se castigue con cárcel de 2 a 7 años al adulto que presione, convenza u obligue a un menor a realizarse un tratamiento o cirugía para cambiar el sexo con el que nació. Así como también asignar una pena de 3 a 10 años al adulto que aplique a un menor un tratamiento o una cirugía para cambiar el sexo con el que nació.
“Como sociedad debemos proteger a los niños de la perversa ideología de género”, dijo la legisladora panista, quien justificó que su iniciativa vela verdaderamente por los derechos básicos de los niños y promueve el interés superior de la niñez.
“Basta ya de esta ideología perversa que busca destruir la vida de nuestros niños. Al llegar a la edad adulta que defina plenamente, con su libertad, lo que quiera hacer con su cuerpo; pero mientras es obligación del Estado proteger a los menores de edad de una decisión de esa magnitud. Dejemos que los niños sean niños”, finalizó.